3 de julio de 2015

Hay un hombre

Desde mis sábanas oscuras miro la puerta cerrada de mi dormitorio, a malas penas iluminada por la luna. En el pasillo hay un hombre. Mi perro duerme junto a mí; está tranquilo. Acaba de levantar las orejas. Sigo mirando la puerta cerrada. El hombre, en medio del pasillo, permanece quieto en la oscuridad. Sus zapatos son marrones, lo sé. Mantengo la respiración y no oigo nada, pero mi perro mira ahora hacia la puerta.
El hombre lleva un sombrero también marrón. Tiene la cabeza gacha, pero su posición es firme. Está alzando la barbilla y observa la entrada cerrada a mi dormitorio. Mi perro se ha levantado para acercarse a mí. Lo abrazo. No podemos dejar de vigilar la puerta. El hombre ha comenzado a andar, lentamente, hacia mi habitación. Se me encoge el corazón y mi perro baja las orejas. Sé que está agarrando el picaporte. La puerta se ha abierto. Mi perro gime. Está oscuro. No veo nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por dejar tu huella!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...